Clases de punto y ganchillo

Tejer en grupo refuerza los hilos invisibles que nos unen

el tejido

Mi origen
Ana tejiendo

Me llamo Ana y soy quien anda entre ovillos y agujas de punto y ganchillo dándole forma a “Puntadas Nómadas”; un proyecto que va más a allá del tejido, es una invitación a conectar con nuestras raíces y a tejer comunidades más fuertes y unidas.

Tejer me conecta con la sabiduría ancestral trasmitida de generación a generación que he heredado de mis abuelas, dos grandes tejedoras de quienes he aprendido este noble arte del tejido y que me trasmitieron no solo una habilidad, sino una herencia cultural invaluable que quiero dignificar como el oficio y profesión que a ellas no se les reconoció por ser una actividad asociada al ámbito doméstico.

Además de ser tejedora desde los 10 años y maestra de punto y ganchillo desde 2018 formada en diseño de prendas a crochet y punto, soy trabajadora social y tengo formación en mediación intercultural, igualdad de género, dinamización vecinal y facilitación de grupos a través de la consciencia corporal y el movimiento expresivo.

enseñar a tejer

Mi pasión

Con “Puntadas Nómadas” quiero compartir esta pasión y el poder curativo y unificador del tejido tanto en clases donde contagiar estos saberes como en talleres de tejido colectivo con un fin comunitario. Creo que tejer puede ser una revolución tanto individual como colectiva y es con fibras sostenibles y cuidadosas con el planeta y con nuestra piel, como la lana, más aún.

Tras 30 años de tejedora, sé que tejer tiene algo terapéutico, ayuda a concentrarse y a estimular el lado creativo del cerebro, así como a evadirnos y a desconectar de los ruidos externos. Al ritmo del choque de las agujas o del juego del ganchillo, vas entrando en una especie de trance que te calma el ritmo frenético del cuerpo y de la mente, y al mismo tiempo, hace volar tu imaginación y tu energía creativa elevando tu autoestima.

«Tejer es como una danza de dedos que une las órdenes de la cabeza y del corazón sin perder de vista el impulso que te mueve.»

La tejedora de vidas

Ana enseñando

Puntadas Nómadas

Mi misión

A través de mis talleres de tejido comunitario «Tejiendo la Vida» busco no solo enseñar las técnicas de punto y ganchillo, sino también fomentar redes de apoyo mutuo y la creación de lazos dentro de una comunidad.

Además, tejiendo nuestras propias prendas nos revelamos al mundo de la moda impuesta y al fast fashion que destruye el planeta y explota a millones de personas en el mundo. Personalizar los tejidos a nuestro gusto y medida y poniendo en valor las fibras y materiales sostenibles que nos cuidan a todos los niveles, podemos afirmar que tejer puede cambiar el mundo.

Como la labor de las tejedoras ha sido históricamente invisibilizada por ser un oficio realizado por mujeres dentro del espacio doméstico, quiero darle todo el reconocimiento que se merece y me fascina sacarlo a la luz.

Tejer es mi revolución.

Tejer puede transformar el mundo

Beneficios

de tejer

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Financiado por la Unión Europea NextGenerationEU